jueves, 16 de octubre de 2008

POR: LUIS ALBERTO GARCIA ORDAZ.
El desarrollo del pais esta en las Pymes.
La era jurásica de los monopolios y grandes corporativos dio paso a un nuevo mundo, donde lo pequeño y diverso se han convertido en el motor del desarrollo y progreso de los países.
En este horizonte, las Pymes se convirtieron en el epicentro del cambio y tomaron por asalto a las economías. Las cifras son elocuentes: más del 95% del total de empresas que operan en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) pertenecen al sector de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes): generan entre el 60 y 70% del empleo. Su dominio económico ya no es una característica de los países subdesarrollados. Su diseminación alcanza a las naciones poderosas:En la Unión Europea operan en total 20 millones de negocios, de los cuales 40 mil son ubicados como grandes empresas. En Estados Unidos tan sólo las Pymes conforman una gran fuerza similar e incluso superior al total de unidades productivas de la Unión Europea, es decir, 20 millones de negocios. ¿Cuál es el secreto del éxito y diseminación de las Pymes? Su tamaño les da la sensibilidad y rapidez para atender a tiempo a los consumidores.
Por eso, entre más capacidad tengan los países para generar y desarrollar pequeñas y medianas empresas, mayor será su potencial de desarrollo. El medio adecuado para el nacimiento y avance de las Pymes está en el desarrollo de redes de proveedores. Ahí se encuentra el secreto del éxito de las Pymes. En el caso de la industria del cuero encontramos un ejemplo de la fuerza económica de la proveeduría. La Pyme que se conecta como proveedor de empresas e industrias que operan en el mercado internacional, no sólo logró sobrevivir a la apertura comercial, sino también a tener opciones de crecimiento. Lo interesante es que hay pequeñas y medianas empresas que ofrecen productos y servicios de calidad, capaces de penetrar en los mercados de exportación. Habría que destacar, sin embargo, que las Pymes mexicanas necesitan de condiciones propicias para crecer. Tienen que operar en condiciones de desventaja.De acuerdo con el estudio del Banco Mundial: Doing Business, en México se utiliza 552 horas para el pago de impuestos, mientras que en Chile se utilizan 316; en Irlanda 76; y en corea 290 horas. Urge poner a tiempo las condiciones para abrir y operar una Pyme. El burocratismo y la falta de créditos competitivos está asfixiando a las pequeñas y medinas empresas.
POR: LUIS ALBERTO GARCIA ORDAZ.
Liderazgo y valores culturales en México.

Para implantar un programa de calidad en una organización, existen varias propuestas, la mayoría de los autores coincide en que es necesario evaluar la situación actual de la empresa, así como también evaluar nuevas formas de relación entre las áreas, para simplificar los procesos y evitar el burocratismo y la duplicidad de trabajo, y algo muy importante en lo que igualmente hay coincidencia es, en la necesidad de que la dirección esté convencida del programa y lo ponga en práctica en los altos niveles directivos, antes de llevarlo a la base, porque las políticas de calidad se ejercen desde la cúspide de la pirámide ocupacional, por lo que es un gran reto para los directivos el atenderlas y mantenerlas, así como también es su responsabilidad adquirir y aplicar tecnología de punta y métodos innovadores que contribuyan a elevar la productividad y aseguren su posicionamiento en el mercado. Como se puede observar, esto representa un gran desafío y para hacerle frente lo que se necesita, antes del mismo programa de calidad, es un líder dentro de la organización. Siendo el líder tan importante para implantar un programa de calidad en una organización, se hace necesario que nos detengamos un momento a pensar en qué debe de entenderse por líder y en qué tipo de líder se necesita en una organización; también sería interesante preguntarnos si la cultura mexicana gesta líderes o qué tipo de líderes gesta y si éstos son los que se necesitan en la actual situación de crisis del país.
La cultura en México, y los valores que ésta conlleva, profundamente arraigados en el inconsciente, son fundamentales para la cohesión social y la preservación moral, ayudan a la convivencia humana cotidiana; éstos no pueden ser dejados a la entrada de la fábrica, de la oficina, del despacho, son introducidos en estos espacios junto con las personas, de ahí la importancia de ver su impacto en la organización. Intentamos explorar el origen de estos valores y logramos identificar grosso modo dos componentes básicos: el indígena y el hispano; que gestan a través de una conquista el mestizaje. Así que los valores se confunden, se desdibujan, se diluyen confundiendo la lealtad y creando un grupo humano particular, que asimila lo hispano, sin olvidar lo indígena; lo mestizo es una ligazón, vínculo indisoluble de uno y otro pueblo; que crea a un pueblo diferente, con valores diferentes y con únicas formas de relacionarse entre los individuos, de organizarse para el trabajo, de apropiarse y relacionarse con la naturaleza.
Creemos que es interesante iniciar nuestras elucubraciones en torno a la familia, no sin antes aclarar que reconocemos que las generalidades sobre una cultura se basan en la preponderancia de un determinado conjunto de características y lo que pretendemos con ellas es tener una herramienta valiosa al tratar de comprender el por qué del comportamiento de la gente, pero no por eso dejamos de reconocer que hay exepciones. La familia sigue siendo la base de la sociedad mexicana, tiene prioridad aún sobre el trabajo, cuando las personas se convierten en ejecutivos parecen obsequiosos para con su superior, aceptando las instrucciones sin cuestionar, ya que no está acostumbrado a resolver problemas, ni a sentirse responsable, porque su superior es la autoridad aceptada y su responsabilidad es seguir las instrucciones .
La familia es tan importante en el contexto mexicano que la mayoría de los puestos se siguen otorgando por contactos familiares, o personales, los cuales se logran establecer, generalmente, a través de un familiar. Los antecedentes familiares expresados por apellidos paterno y materno son factor importante para la posición en la comunidad. Tradicionalmente, los descendientes de familias acaudaladas reciben su educación en las escuelas más costosas, del país o fuera de éste, y como su familia tiene mucha influencia en la comunidad, eso les asegura puestos de prestigio aunque sus logros escolares y desempeño en general sean mediocres o deficientes . Es por ello que no necesariamente se encontrará a la gente más calificada en los puestos de poder, aunque eso sí seguramente ostenten títulos de "licenciados", "ingenieros" o (el título que hoy está de moda:) "doctores". Liderazgo, poder y status, no van de la mano en nuestro país. Otro elemento importante es la religión. En México la religión católica es la más arraigada y ésta es el resultado de una conversión masiva, forzada y acelerada que dio lugar a un mal sincretismo dogmático, donde subsiste, el ritualismo mágico, plagado de superstición, resignación y fatalismo, lo que llevó a las masas a la obediencia y a la sumisión . La religión provoca que el mexicano sienta que su vida está controlada por un ser superior, de modo que con resignación acepta el éxito o el fracaso, la felicidad o la tragedia, la riqueza o la pobreza. Ahora bien, hay que reconocer que dentro del mundo empresarial mexicano se percibe a la religión como una fuerza positiva, quizá por la docilidad que provoca en los trabajadores. Pero a nosotros nos interesa preguntar, sí los valores que la religión católica mexicana inculca son los más adecuados para formar líderes.
Bien, sí se cree que el líder se puede formar, un elemento importante es la educación. La mayor parte de la pedagogía mexicana consiste en el aprendizaje memorizado de conceptos abstractos, se procede a enseñar de lo general a lo particular, el siguiente paso, el consistente en avanzar de lo concreto a la aplicación práctica, casi nunca se da. Como resultado de ello se dificulta enormemente la transición posterior hacia la situación del trabajo práctico . Además de lo mencionado anteriormente hay otro aspecto del sistema educativo mexicano y éste lo constituye la presencia de ciertas prácticas antiéticas en algunas escuelas y universidades, lo suficientemente comunes como para que los estudiantes lo acepten como una realidad de la vida; cuando el alumno tiene pocos escrúpulos aprovecha esta realidad para su propio beneficio. Con estos valores se forma el futuro profesionista y con ellos llega a la empresa. ¿Podrá ser un líder alguien formado así? Reconocemos que ciertas escuelas, sobre todo universidades particulares preocupadas y ocupadas en la formación de líderes, han incluido materias donde se intenta descubrirlos e impulsarlos, pero estos intentos aún no han cuajado. Además, los programas se centran principalmente en descubrir las capacidades empresariales del alumno para que se convierta en un empresario exitoso e independiente, más que en descubrirlo como un auténtico líder. Asimismo, debemos decir que ese trabajo debería comenzar, no en la universidad, ni en la preparatoria sino con niños muy pequeños desde su más tierna infancia.

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